martes, 26 de noviembre de 2013

LA MUJER EN EL IMPRESIONISMO

 I) La mujer en el impresionismo

La mujer ha sido retratada de muy diversas formas a lo largo de la historia del arte, pero en el impresionismo podemos ver un cambio significativo. Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de identificar la forma en que se representa a la mujer o a otra persona es como el propio artista consigue meternos en el cuadro. A veces, de forma forzada. Así pues, diferentes pintores entre los cuales encontramos a Manet cuentan con una forma peculiar de introducirnos en el cuadro, en la historia que se plasma. El artista presenta su obra para que se vista desde la perspectiva de un flâneur. La traducción para esta palabra vendría a ser un hombre acomodado que básicamente se dedicaba a actividades de ocio tales como ir a cafés, teatros, etc.  Dicho término esta íntimamente ligado con otro concepto que sería el espectador en el cuadro y que lo que viene a significar es que el espectador del cuadro acaba por adoptar un rol o papel que se esta representando. Otro aspecto que se encontraba relacionado con esto era las fisiologías que en esa época, en Francia tuvieron mucho éxito. Se trataba de una especie de cuadernillos que la gente utilizaba para diferenciar las taxonomías de los distintos grupos sociales. De ahí, que surgiera una cierta actividad detectivesca en cuanto a las historias que se plasmaban en el cuadro.

Olimpia, Manet (1863)
Manet se caracteriza precisamente por eso, por introducirnos de una manera forzada en el cuadro y asumir un papel determinado aunque en ocasiones eso nos pueda incomodar. Pues a veces lo que hace es una crítica hacia esa actitud de intentar analizar todo, en especial la historia del cuadro. A pesar de lo que se pueda pensar, este modo de introducir al espectador en el cuadro no es algo que no este ligado con la forma en la que se representan a las mujeres. En el caso de Manet encontramos numerosos cuadros donde se nos introduce en un papel un tanto incómodo pues la mujer que está representada busca atención, ya bien porque su acompañante no se la esta dando a ella o bien porque se trate de un crítica como la que vemos en su Olimpia. Si nos remitimos a este cuadro podemos ver que Olimpia, no es más que otra cosa que un prostituta a la que nosotros hemos decidido acudir pero no se nos muestra de un manera receptiva; más bien todo lo contrario ya que lo que consigamos de ella dependerá del dinero que tengamos.

Por otra parte tenemos a Renoir y Degas quienes en multitud de ocasiones han retratado a mujeres pero siempre con segundas intenciones. Sobre todo Renoir que al igual que Manet nos “invita” forzosamente a formar parte del cuadro. No obstante, hay que saber diferenciar los aspectos de la mujer en un cuadro dependiendo si quien lo ha pintado ha sido un hombre o una mujer. Por norma general, cuando la mujer ha sido representada por un hombre no suele ser representada como un igual por el mero hecho de que la sociedad del momento no lo concebía así. Se las consideraba inferiores en multitud de aspectos dada la sociedad machista reinante y por ello los ámbitos a los que se solían referir eran muy limitados. Pues recordemos que las mujeres aún no tenían la misma libertad para acceder a todos los sitios a los que podía acceder un hombre. En definitiva, una mujer representada por un hombre se representaba como un objeto sexual accesible al hombre pues lo que se pensaba era que la mujer iba a acceder siempre a tales demandas. También habría que destacar que en la época había una gran cantidad de prostitutas en París de forma regulada y que otros tipos de trabajos como los de camarera a veces conlleva realizar tales servicios si la mujer se veía en necesidad de ganar más dinero. Como vemos en el siguiente cuadro: 


Un bar del Folies-Bergère, Manet (1882)

En este cuadro podemos ver como se nos presenta a la camarera desde dos perspectivas: si la vemos desde frente podemos darnos cuenta que su rosco apela a la melancolía mientras que si nos fijamos en el reflejo del espejo podemos deducir que tiene una actitud más receptiva hacia el señor que que intenta cortejarla, lo cual sería un crítica hacia la prostitución de la época. Pero en definitiva, son meras suposiciones que no nos aportan veracidad y podemos decir con total seguridad que lo que quiere plasmar Manet es que no podemos saber con certeza la historia que se plasma. 


Después del baño, mujer secándose. Degas (1885-1890)
Todo esto, condicionaba la forma de concebir a la mujer que tenían los artistas de la época ya que sobre todo a las mujeres de clase media y baja eran las más susceptibles de recibir dichas atenciones por parte de los hombres. Por ejemplo, en el caso de las representaciones de Degas de mujeres se le ha tachado en multitud de ocasiones de misógino pero en realidad lo que representaba eran acciones que las mujeres llevaban a cabo de una manera normal porque era lo que la sociedad había establecido. En otras palabras, todas las pinturas que encontramos de Degas sobre mujeres que se están acicalando, vistiendo, arreglándose, secándose, etc. No son otra cosa que el intento de gustar a la sociedad por parte de dicha mujer a modo de rito de iniciación en la sociedad del momento.  






                            II ) Mujeres impresionistas 

Una vez dicho todo lo anterior, tenemos el caso contrario, mujeres que pintan o retratan a otras mujeres. Entre las mujeres impresionistas más importantes tenemos a Berthe Morisot, Mary Cassat, Eva Gonzalès y Marie Bracquemond. 

Todas ellas constituyen un hito en la representación de la mujer en el impresionismo. No obstante, seguían en cierta medida atadas a las reglas y prejuicos de la época. De ahí, que recurrieran a ámbitos más orientados a la mujer, como parques, jardines, los alrededores de los barrios exteriores, etc. En definitiva encontramos a la mujer en ámbitos domésticos u hogareños con un retrato amable, sinónimos de la feminidad, delicadeza y sutileza de las que estaban dotadas.

La cuna, Morisot (1872)
Caza de mariposas, Morisot 
De estas pintores no me remitiré demasiado a la figura de Morisot ya que se ha tratado con anterioridad en otra entrada del blog. Sin embargo, sí que he considerado necesario introducir ciertos cuadros que se pueden relacionar con los de las demás y mostrar diferentes aspectos. Uno de los cuadros más llamativos es el de la cuna (1872) donde podemos apreciar las diferentes influencias que tuvo Morisot y que finalmente caracterizaron su obra. Los contornos del cuadro podemos decir casi con total seguridad que reciben la influencia de la escuela veneciana y crean un ambiente atmosférico muy logrado. Así mismo podemos encontrar la influencia de dos grandes pintores: Vemos la influencia de Manet en el contraste de los blanco y los negros y la de Degas en las transparencias de los tejidos. Otros cuadros que podemos destacar son La dama en su toilette (1875), y caza de mariposas. Todos estos cuadros nos dan una idea de los ambientes a los que se remitían estas artistas.


La dama en su toilette, Morisot (1875) 


El torero, Cassat (1873)
Spanish Dancer Wearing a Lace Mantilla, 1873
En el caso de Cassat, que no era francesa puedo representar una visión mucho más objetiva de la sociedad parisina y en concreto del papel que jugaba la mujer dentro de ella. Cassat fue alumna de Couture y Gérome y además de Degas. Sin embargo, dado que tras la guerra franco-prusiana tuvo que salir de Francia residió durante algunos años en España, en especial en Madrid y Sevilla, donde podemos decir que se empapa de las influencias de Velazquez y Murillo y que podemos ver plasmada en los  siguientes cuadros: 


Madre joven, Cassat (1900)
Lilas en la ventana, Cassat (1880)
 El tema principal de las obras de Cassat es el retrato de mujeres y niños. Y al igual que Degas prefiere escenas de interior que no quitan para que también las realice al aire libre como el verano (1984) y tarde de verano (1896). Junto con el pintor John Singer Sargent, también estadounidense, fueron los introductores del impresionismo en su país. Sus obras más destacadas son: 


Paseo en bote, Cassat (1893-94) 




El estilo de Cassat cuenta con una clara influencia de Degas y las estampas japonesas como podemos ver en estas dos obras



En el baño, Cassat (1890-91)
Niña arreglándose el pelo, Cassat (1886)




El píafano, Manet
El soldadito, Gonzalès




















Y por último nos fijaremos en la figura de Eva Gonzalès que estaba directamente influenciada por Manet. Realmente no podemos englobar sus obras en el impresionismo pero sí que podemos relacionarlas con las primeras pinturas de Manet caracterizadas ambas por la utilización de paletas oscuras y fuertes contrastes de luz y de oscuridad.  Para poder ver con más claridad la influencia que tuvo Manet en Gonzalès tenemos en los dos cuadros de arriba.En cuanto a la temática de Gonzalès es muy semejante a la de Marisot con temas muy intimistas y espacios hogareños.



Carmen Álvaro Bizarro 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Tercer y apartado de cierre a Vincent Van Gogh

Remate a la figura de Van Gogh: el concepto del retrato:

Para terminar con el repaso a la afamada figura de Vincent Van Gogh, procedemos a realizar una leve visión por su carácter más retratista. Abrimos el apartado del pintor con “La Berceuse”, uno de sus retratos más desconocidos y que a opinión personal, guardaba una temática digna a destacar en el blog.
“El campesino,
 retrato de Patience Escalier”

El retrato fue sin duda un paso decisivo durante su carrera, donde fundió la tradición realista traída de su propia tierra de manos de Rembrant y Hals dell XVII con su propia corriente impresionista. Concluyendo una síntesis de la figura humana en la cual el pintor nos posiciona al color como protagonista una vez más. Sin embargo, hay un gran cambio en sus series de retratos: Van Gogh busca ganarse el favor del público, intentando popularizar su uso de los pigmentos fuertes y expresivos, sin fructificación alguna.
El concepto de retrato da un paso más allá de la mano de Vincent, busca reproducir fielmente la fisonomía del personaje y añade los colores estrafalarios y oníricos, con el fin de crear una simbología propia. Uniendo un retrato fiel del exterior del personaje con unos pigmentos surrealistas para llegar a la concepción interior del retrato. Por lo que debemos entender al individuo como un arquetipo. Un ejemplo de esto serie la pareja de retratos de 1888 “El campesino, retrato de Patience Escalier” y “El poeta, retrato de Eugène Bosch”. El primero se trata de la representación de un hombre en avanzada edad que había dedicado su vida a la ganadería vacuna. Pero es transformado en el prototipo del típico campesino: con las extremidades superiores curtidas por el trabajo, la cara con señas de años de labranza y numerosos surcos y arrugas. Además le confiere un toque figurativo para resaltar aún más su profesión, viste el típico blusón azul de trabajador. Un azul intenso, que crea un contraste vivo con el naranja intenso cálido del fondo, que viene a figurar la representación de la cosecha y el ardiente sol de Mediodía. Añadiendo otro motivo más para dejar obvia la personalidad del retratado.
“El poeta, retrato de Eugène Bosch” 
Su pareja, “El poeta, retrato de Eugène Bosch” es la representación nuevamente de un amigo de Vincent, un pintor belga y con ello, cuida las formas y busca con más intencionalidad resaltar su personalidad y figura. Tras el busto del personaje vemos un cielo estrellado, de nuevo una alusión al recurso de la noche que tanto incitaba al pintor. En este caso busca figurar lo infinito mediante un intenso azul que rompe la armonía con el naranja de la cara y la chaqueta del personaje. La obra esconde la significación en este fondo de misterio y estrellas, mientras que el del campesino se hallaba totalmente despejado. Hecho que se debe a que el pintor busca llamar la atención del espectador a diferentes puntos. Para entender el concepto del campesino deben observarse con detenimiento las manos cruzadas sobre el bastón, que contrastan con el camisón de trabajo, el gorro de paja, la cara cansada y abatida tras años de intenso trabajo. Mientras que para el poeta encontramos pocos símbolos en la figura, es un rostro que esconde diferentes sentimientos y por ello tan inmenso y difícil de comprender como la propia galaxia. Un personaje misterioso y enigmático, un artista que esconde todo su pasado en su mente, por ello sobran los brazos y las ropas que pierdan la atención sobre la cara y el fondo de la obra, una extensión de la mente repleta de ideas por brotar del escritor.


"La Silla de Van Gogh"

El término “bodegón” para referirnos a Van Gogh se coge con comillas y bastante mal pinzado, ya que sus “bodegones” o representaciones de naturaleza muerta son una vez más un sentimiento escondido tras la pincelada. Recurre al símbolo de la silla vacía como el propio reflejo de su alma, por lo que en “La silla de Van Gogh” vemos como la silla recoge la pipa y tabaco del pintor, como un leve desahogo hacia sus problemas personales. Las partes del pequeño mueble como las patas y el respaldo se presentan sólidas, y el conjunto en sí es muy simple y tal es su sencillez que se ha llegado a catalogar de “viril”, del mismo modo que se catalogaban las órdenes griegos como dórico frente a las del jónico. 




"La Silla de Gauguin"
Por otro lado, tenemos “La silla de Gauguin” donde se presenta el opuesto al anterior. En el asiento descansan dos noveles como consuelo del arte en la atormentada mente del pintor, la vela nos podría remitir a un “vanita”, pero en este caso solo pretende crear sombras azuladas que llenen de contrastes el cuadro. El contrapuesto de esta silla frente a su predecesora recae en las líneas de los brazos, que se muestran más envolventes y curvadas, afeminadas y refinadas. Por lo tanto, viene a ser la manera en la que Van Gogh sentía al pintor Gauguin.




"Autorretrato" o "Autorretrato
como un bonzo dedicado
a Gauguin".
Para finalizar, debemos citar los propios autorretratos del pintor holandés. Al llegar a Arles, su vida da un cambio radical y se torna a pura celeridad y confusión. Su alimentación es mala y escasa, su descanso prácticamente nulo y su consumo de alcohol, tabaco y café se vuelve excesivo. Pero llega a un momento en el que teme por su propia salud, por lo que postula buenas maneras para él mismo, lo que se conoce como “vivir como un monje que fuera al burdel una vez por quincena”.

Por lo que tenemos una extraña aspiración trascendental, un tanto monacal que se refleja en su autorretrato de septiembre del 1888. Se presenta así mismo con la cabeza rapada, intentando reflejarse como un sacerdote y en el cuello muestra un broche que acentúa la presión del rostro. La mirada se vuelve más profunda y llena de misticismo gracias a la oblicuidad con la que dota sus ojos, intentando representarse como un “un bonzo simple, adorador del eterno Buda”. Por otro lado, en “Autorretrato con la oreja vendada” vemos el declive de la vida de Vincent.

"Autorretrato con oreja vendada"
La representación de su propia figura siempre le resultó confusa y por ello pasa por tantas fases como sus estados anímicos y en consecuencia, nos resulta tan dispar. Pero en un principio se trataba una vez más de intercambios con su fiel amigo Gauguin, el cual le mandaba obras como “Los miserables”. Por lo que el primer retrato comentado fue un mensaje de consuelo a sus amigos artistas, un cuadro tranquilizador sobre la situación del artista. Lo que no se esperaban es lo que sucedería tras la realización del segundo, donde vemos a un hombre absolutamente vencido y resignado. La obra está realizada poco después de su salida del hospital tras el infructuoso y famoso suceso de la oreja que ha provocado una sarta de rumores en la historia rosa del arte. Lo único relevante a destacar, es que su alma se encontraba en un momento de tensión máxima, de incomprensión y desconsuelo profundo. Transmite una mirada perdida, un rostro imperturbable, que oculta horrores interiores. Sentimientos que le llevarán a finalizar con su vida mediante un fortuito tiro en los campos cercanos a Auvers-Sur-Oise en julio del 1890.


Con este último punto, damos por finalizado el apartado a Van Gogh. Apartado que esperábamos llegase un poco más allá de la cotidiana concepción del artista y que ha buscado interoizar en sus obras y personaje más que en su trayectoria llena de baches y técnica pictórica. Temas formales que creemos muy trabajados, mientras que la simbología y sentimentalismo oculto aún está por lograr, ya que nunca conseguiremos sumergirnos en los recuerdos de este gran artista incomprendido de su tiempo. 

Por Fernando Malta Avis











jueves, 14 de noviembre de 2013

Psiqué, de Berthe Morisot.

Carmen Grijalba Peña



Retrato de Morisot. Edouard Manet, 1872.
Berthe Morisot (Bourges, 1841- París 1895), fue la primera mujer en unirse al movimiento impresionista. Pertenecía a una familia de la alta burguesía francesa, y junto a su hermana estudió con Eugene Benot Buichard, discípulo de Ingres y Delacroix. Su abuelo paterno fue un arquitecto famoso y su padre estudió en la Escuela de Bellas Artes, por lo que fue educada en el gusto por las artes.

Jugó un papel muy importante en el desarrollo del impresionismo francés, y pese a su alta procedencia social tuvo mucho éxito con escenas cotidianas. Expuso en todas sus exposiciones con Degas, Renoir, Monet o Pisarro. Junto con este último son los dos únicos autores que formaron parte de todas las exposiciones impresionistas originales. Además era amiga y modelo de Manet, y se casó con su hermano Eugène Manet en 1874. 
Tras su muerte en 1895 fue enterrada en el sepulcro de los Manet en Passy.
 
Lápida de Berthe Morisot en el cementerio parisino de Passy
Desarrolló un estilo impresionista donde destaca la delicadeza y la sutileza en la representación de paisajes y escenas de mujeres con niños.
De entre toda su producción artística voy a hablar de Psiqué (El espejo de vestir) de 1876, expuesto en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Este lienzo, junto con el de Joven empolvándose, se presentó en la exposición de los impresionistas de 1877.



Vemos representada a una joven que se mira en un gran espejo. Este está situado entre dos ventanas, por lo que la escena es muy luminosa. Las manos de la joven están a la espalda, abriendo el corsé, y una manga le cae por el hombro. La pincelada es muy suelta y rápida, típica del impresionismo. Las manchas y los trazos aluden al dibujo de un tapiz.
Pese a lo simple que parece la escena en realidad refleja mucho más. Se trata de una representación del mito clásico de Amor y Psique.
En la mitología Amor (o Eros) se enamora de Psiqué, pero cuando esta le traiciona la abandona. Psique para recuperar su amor realiza varias tareas para Afrodita, entre ellas ir al infierno y pedirle a Perséfone, esposa de Hades, dios del inframundo, que le devuelva un poco de su belleza en una caja negra que la misma Afrodita le había dado, ya que se había marchitado cuidando a Amor en su tristeza. Psiqué realiza el encargo, pero abre la caja y cae sobre ella un “sueño estigio”. Entonces Eros, que ya la había perdonado,  limpió el sueño de sus ojos y la hizo inmortal.
Durante el siglo XIX Psiqué era considerada una representación  del alma inmortal y su símbolo era una mariposa, ya que ambas sufren transformaciones. Además solía estar representada como una mujer joven con alas de mariposa.
En este cuadro se puede ver una alusión a esto en la postura de los brazos de la joven, además de la pequeña mancha amarilla en el marco del espejo que parece una mariposa. La delicadeza de la postura de la figura y el ambiente que rodea la escena recuerda a las bailarinas de Degas.
Pese a esta alusión a la cultura clásica la figura no es clásica, sino una joven contemporánea que se observa en el espejo. Y Amor, su amante en el mito de la antigüedad, no aparece.  


sábado, 9 de noviembre de 2013

El arte como medio de la política. El Guernica de Pablo Picasso.


(Carlota Álvarez Maylín)

Pablo Picasso (1881-1973) fue un artista controvertido y un genio. Nació en Málaga y allí vivió diez años de su vida, en 1895 se trasladó a vivir en Barcelona donde fue partícipe de la intensa vida cultural que vivía la ciudad por esos años. En 1900 se traslado a la ciudad del momento, a París, que era en ese momento el destino de muchos artistas. En esta ciudad pasó el resto de su vida. La obra de Picasso fue evolucionando a lo largo de su vida pasando por distintas etapas, el periodo denominado “azul” (1904) y tras él, el periodo denominado “rosa”. Tras estos dos periodos vino el periodo de experimentación, “el cubismo” este periodo fue el que puso a Picasso en la escena internacional (1907 y 1914). Cuando acabó la Primera Guerra Mundial Picasso experimentó con una serie de obras “clásicas”, abandonó el lenguaje cubista, pero no por mucho tiempo pues en 1937 pinta El Guernica una de las obras culminantes de su carrera, que pertenece al estilo del cubismo. (Ramírez 2010, p. 212).

El Guernica es una obra que pertenece al patrimonio histórico internacional, es una obra de carácter universal, no es una obra de arte, es un símbolo contra la opresión del fascismo y en defensa del legítimo gobierno de la República. Esta obra se ha convertido en un símbolo pues se le ha acabado dando un carácter comercial, se ha vaciado de significado y se ha mitificado.

El Guernica fue encargado por el gobierno de la República a Pablo Picasso a finales de diciembre de 1936 para ser expuesto en la Exposición Internacional de París en 1937. Josep Renau, el director general de Bellas Artes de la República le encarga a Picasso una obra propagandística, Renau elige a Picasso para esta tarea pues el pintor ya tenía cierto renombre internacional. Renau le indica el espacio que ocupará la obra dentro del Pabellón de la República en la Exposición Internacional, así como las medidas que debe tener la obra, 7x4 metros, también le indica que estará colocada junto a obras de otros artistas. Picasso quiere hacer una obra diferente a las que ha hecho a lo largo de su carrera, una obra comprometida y con un sentido universal. (Romano 2005, p.126).

«...En la lista de prelaciones de los artistas invitados que me traje de España, Picasso figuraba en primer lugar. Y el gran artista español entendió cabalmente el hondo alcance del mensaje que le transmití (...)Yo podía regresarme a España tranquilo y bien seguro de lo principal: hiciera lo que hiciera Picasso para nuestro pabellón, era ya indudable que la resonancia de su enorme personalidad redundaría en la simpatía y credibilidad hacía la causa de la República en armas en importantísimos círculos intelectuales que hasta entonces no habíamos logrado alcanzar con los medios normales de la propaganda y de la información...» Josep Renau. (Museo Picasso de Málaga, 2011).

En este momento esta ocurriendo en España la Guerra Civil Española, un levantamiento armado contra el gobierno legítimo de la República. En este enfrentamiento también esta participando la Alemania nazi apoyando al bando de los sublevados. El 26 de abril de 1937 sucede el bombardeo de Guernica, un bombardeo terrorista contra un objetivo civil por parte de la “Legión Cóndor”, la aviación alemana. Durante los días siguientes los alemanes niegan en diversos medios de comunicación que su aviación hubiese despegado el día 25 y acusan a el bando republicano de ser los autores del bombardeo. Este hecho tiene una importantísima repercusión mediática, se publicaron fotografías en casi todos los medios internacionales, y la opinión internacional negó que el bombardeo fuese realizado por la República. Se tiene que esperar hasta el año 1977, ya muerto Franco, para que el gobierno alemán por medio de su embajador en España, en un acto como homenaje a las víctimas de Guernika, admitiese quien era el autor del bombardeo, la aviación fascista. (Cabanne 1982, p. 6- 16, tomo III.).

El mundo entero se conmovió con el bombardeo de Guernika, todos los medios internacionales se hicieron eco del bombardeo bien en sus portadas, como hicieron los medios americanos más importantes, o bien en sus páginas interiores. Significativamente no fueron las crónicas lo que más impacto al público, si no que fueron las fotografías que distintos corresponsales de guerra tomaron en el lugar de los hechos (Cabanne 1982, p. 6- 16, tomo III.). La Guerra Civil Española supuso la primera guerra fotografiada, el impacto de las imágenes en la conciencia europea fue tan grande que hizo que Picasso pusiese el foco sobre este tema y se sintiese realmente inspirado como muestran estas declaraciones de Renau:

«Y estuvo sin dar una pincelada cuatro meses, hasta primeros de Mayo con el bombardeo de Guernica. Todos creíamos que no había nada. En un mes y dos días hizo todo, se encerró en el estudio. Lo supe enseguida, Picasso era una fiera.» Renau. (Museo Picasso de Málaga, 2011).

El New York Times el miércoles 28 de abril presenta en su portada y en sus páginas interiores una crónica sobre el bombardeo a civiles en Guernika.


Dos periódicos franceses presentan fotografías y crónicas del bombardeo en sus portadas.

Su obra El Guernica rompió con todos sus esquemas, realizó un alegato contra la guerra, el horror y la destrucción. En 7 metros desarrolló un discurso iconográfico muy interesante mediante símbolos reconocibles por los españoles, pero también se expresó a través de un lenguaje universal, era un cuadro para ser entendido universalmente. El impacto dramático que tuvieron las fotografías es lo que intenta plasmar Picasso, el cuadro esta realizado en blanco y negro con la intención  de imitar una secuencia fotográfica. Dora Mar fotografió todo el proceso creativo de El Guernica, Picasso crea todo un proceso narrativo, las figuras le dan un sentido narrativo al cuadro pues están contando emociones (Cabanne 1982, p. 12, tomo III) El cuadro tiene un sentido muy claro, se lee de izquierda a derecha, había conseguido captar la emoción y las vivencias de los supervivientes de Guernika.





Proceso creativo de El Guernica.

Inicialmente Picasso se plantea pintar El Guernica a color, pero es Dora Mar quien le frena y le propone crear plantillas de las figuras a color y Picasso se da cuenta de que el cuadro a color pierde sentido. Picasso crea una obra universal, quiere que el público participe del cuadro, por lo que realiza unas lágrimas de color rojo para que el público las colocase en el cuadro.

«Entonces, tanto mi padre como Zervos y Dora Maar, presionan a Picasso pidiéndole por favor que no le diera pintura. Es ahí cuando se les ocurre una idea: recortar papeles de seda de colores y superponerlos a la obra, a Picasso le parece buena idea.»
Ante esta situación cuenta José Bergamín:
“Bastaba con recortar papeles de seda coloreados y ponerlos sobre las figuras y ver que efecto hacía. Inmediatamente, el arlequín interno de Picasso se encontró feliz con esa pirueta y al mismo tiempo no se arriesgaba a la descripción original de su cuadro. Todos intervenimos en recortar papeles de colores, y se iban poniendo, los iba colocando Picasso los colores que él había pedido, ¡aquí y allá! El resultado final fue una mascarada, pero una mascarada indecente verdaderamente, que destruía y hacía desaparecer el cuadro, ante esa evidencia que claro, era más que aproximada, era cómo ver un ensayo general cuando todavía no se ha visto la comedia, pero eso bastó para que Picasso se diese cuenta de que aquello era una atrocidad y empezó poco a poco quitando algunos papeles y dejando otros. Nadie decía nada, nosotros ya notábamos que la cosa iba yendo bien porque quitaba papeles y papeles. Total, que quito todos los papeles menos uno sólo: era una lágrima que había recortado él de papel, roja, de sangre, y que con un alfilerito colocaba en el ojo de todas las figuras. Entonces me dijo: “esta lágrima la vamos a conservar y cuando esté instalado en el pabellón de la exposición, todos los viernes tú te encargaras de poner la lágrima dónde te parezca mejor, siempre en los ojos”, el caso es que el Guernica se había salvado.” (http://lapoesiamuda.wordpress.com/2013/04/29/sobre-picasso-bergamin-y-el-guernica/)
Cuando El Guernica se coloca en el pabellón era una obra complicada, una obra que la gente no comprende en el lenguaje de Picasso, no son sus símbolos iconográficos pero si es su estilo, Picasso no quiere literatura esta vez, quiere reflejar la realidad y que esta impacte en la mente del espectador. El pabellón no era un museo, colocan la obra en la pared de la derecha, y cuando la gente entraba se quedaba horas admirando el cuadro.

El Guernica es una de las obras que más ha itinerado, siempre con la idea de recaudar dinero para la República. Después de varios traslados Picasso decide llevarlo a EEUU, allí se expone en el MoMA, los americanos asumieron el cuadro como suyo y se nombraron sus custodios. (Cabanne 1982, p. 50, tomo III.)
Cuando el Guernica vuelve a España en 1981 llega a España como un símbolo que significaba el derrocamiento de la República. Se coloca en un principio en el Pabellón del Retiro entre grandes medidas de seguridad, pues podía ser objetivo de atentados. Llegó a España en un momento de creciente hostilidad, los movimientos de izquierdas que se podían llegar a ver representados por el cuadro lo rechazaron, pues no había vuelto a una República que era lo esperado tras la dictadura de Franco, si no a una monarquía. La derecha rechazó el traslado del cuadro por la significación que tenía, era la resistencia de la República. En este momento de intento de transición desde dictadura hacia la democracia se intenta que el Guernica sea un símbolo de reconciliación, pero más bien consigue el efecto contrario (Cabanne 1982, p. 276, tomo IV) El amigo de Pablo Picasso, Jose Bergamín fue uno de los grandes opositores a que El Guernica volviera a España, pues sostenía que Picasso le había dicho:

            “Quiero que el Guernica vuelva a España cuando vuelva la democracia, quiero que vuelva al Museo del Prado, y que esto no suceda si el país no se encuentra bajo la III República” Pablo Picasso a Jose Bergamín. (http://lapoesiamuda.wordpress.com/2013/04/29/sobre-picasso-bergamin-y-el-guernica/)
El pueblo de Guernica imaginó que serían los depositarios de la obra, pues eran los protagonistas allí representados, sin embargo, la obra se depositó en el Casón del Buen Retiro, y más tarde fue trasladado al Museo Reina Sofía, donde se encuentra actualmente
El Guernica fue el resultado de un acontecimiento histórico, inaugura una etapa de compromiso, Picasso asume su fama y la utiliza como vehículo para concienciar al público. El artista se responsabiliza de los acontecimientos políticos sucedidos. Este cuadro marca un antes y un después en la pintura de Picasso, pero también crea una nueva tendencia y es que el arte este al servicio de la política y sirva como propaganda política.
Picasso nunca militó en ningún partido, durante la Guerra Civil se posicionó a favor del bando republicano pues tenía ideas progresistas, pero nunca cumplió con una militancia real.
Para finalizar este trabajo realizaremos una reflexión acerca de la unión entre el arte y la política. Para explicar la conexión que existe entre estos dos conceptos hay que retrotraerse al siglo XIX. El surgimiento de la “sociedad de masas” va unido a la creación de una sociedad de consumo. El capitalismo impulsa a la masa a consumir, y con el consumo surge un nuevo “arte”, la publicidad. Esta publicidad comienza a unirse a la guerra a partir de la primera guerra mundial, en este caso tenemos como ejemplo el cartel “I want you for U.S army”. Vemos como la sociedad civil se empieza a implicar en la política pues se rompe la barrera que separaba a la sociedad de la política, y se supone que con el nuevo modelo de sociedad cualquiera puede participar del gobierno de su país. Esto hace que los artistas también participen de la política y utilicen sus obras como método de crítica. Tras la Primera Guerra Mundial llega el “período de entreguerras” donde la publicidad y el compromiso de los artistas aumenta, se crea una conciencia colectiva que gira entorno a la paz. Durante la guerra Civil Española vemos como distintos artistas trasladan a sus obras su opinión personal sobre el conflicto, la República había traído a España la esperanza, y en el campo artístico las condiciones de vida de los artistas y su formación mejoraron notablemente. Es por esto por lo que muchos de los artistas se posicionan a favor de la República, obviamente muchos de ellos favorecen a la República por sus ideales. La política utiliza como herramienta para movilizar a las masas y como elemento propagandístico, el arte se empieza a utilizar como canal de comunicación entre los políticos y la población para trasmitirles ideas. Esto lo vemos elevado exponencialmente durante la Segunda Guerra Mundial, con Goebbels y su Ministerio de Propaganda, Stalin y la corriente del realismo socialista soviético, etc. Los artistas adquieren un papel protagonista en la política, se convierten en muchos casos en ídolos de masas y emplean su arte para orientar a la sociedad, la base de esta reflexión se encuentra en el cambio que de temática a partir del Romanticismo, donde se empiezan a reflejar temas sociales, el surgimiento de la sociedad de masas y la publicidad unido a la apertura de la política al público general, por lo que el artista se implica de la misma.
También se puede ver desde otro punto de vista más unido al mundo artístico y no tanto a la sociedad, una parte de la comunidad artística rompe con las normas académicas impuestas por el sistema, y a partir del surgimiento de las vanguardias se rompe con la temática y estética impuesta y se empiezan a tratar temas sociales. Estos artistas rompen con todo lo preestablecido y se rebelan contra el sistema establecido, esta rebelión se extrapola a una rebelión contra el sistema establecido y contra los regímenes fascistas especialmente.
Bibliografía:
Cabanne, Pierre (1982): El Siglo de Picasso. IV. Gloria y Soledad (1955-1973). Ministerio de Cultura, Madrid, p. 276.
Cabanne, Pierre (1982): El Siglo de Picasso. III. La Guerra (1937-1955). Ministerio de Cultura, Madrid, p. 6-16, 50.
Ramírez, Juan Antonio (2010): Historia del Arte. El mundo contemporáneo. Alianza Editorial, Madrid, p.212
Museo Picasso de Málaga (2011): Viñetas en el frente, p. 16.
Romano, Eileen (2005): Pablo Picasso (1915-1973). Los Grandes Genios del Arte Contemporáneo. El Siglo XX. Biblioteca “El Mundo”. Unidad Editorial, S.A, p 125.
http://lapoesiamuda.wordpress.com/2013/04/29/sobre-picasso-bergamin-y-el-guernica/





jueves, 7 de noviembre de 2013

Museos Impresionistas por el mundo (II).


Hermitage, San Petesburgo.
(Carlota Álvarez Maylín A1)

El Museo Hermitage se encuentra en el centro de Rusia. Cuenta con varios edificios todos ellos con un gran protagonismo en la historia de Rusia, el Palacio de Invierno, el Teatro de Hermitage, el Hermitage Pequeño, el Hermitage Viejo y el Nuevo Hermitage, todos ellos forman parte de un mismo conjunto arquitectónico.

La colección del Hermitage se inicia con Pedro el Grande, él y Catalina II adquieren varias obras de arte, en su afan por no ser superados por otros monarcas europeos deciden fundar un museo donde exponer las colecciones reales, en 1764 se inaugura el Museo Hermitage. Catalina se dedicó durante toda su vida a participar en las subastas de arte europeo para poder conseguir las mejores obras de arte para que su museo no fuese superado.

Con la caida del zarismo el Palacio de Invierno, residencia de los zares hasta 1917, pasa a formar parte del museo en 1922. El Palacio de Invierno tiene una gran riqueza arquitectónica, fue residencia de los zares durante más de dos siglos. Pertenece al estilo del barroco ruso de finales del s. XVIII. Las salas fueron reconstruidas en 1837 tras un incendio que afectó al palacio, estas salas están realizadas con distintos materales cada una, las hay de marmol, de la malaquita, de granito, etc. Actualmente el Palacio de Invierno es el edificio principal del museo. El Hermitage Pequeño fue construido como residencia privada de Catalina II, también es de una gran riqueza arquitectónica y constituye el esplendor del barroco ruso. El Hermitage Viejo fue construido hacia 1770 con el fin de exponer la colección privada de Catalina II. El Hermitage Nuevo fue construido por Nicolas I hacia 1850, en el se expone el arte del siglo XIII al siglo XVIII.

El museo actualmente cuenta con dos millones de obras de arte aproximadamente que van desde el arte paleolítico hasta el arte ruso del siglo XX. Su colección al ser tan numerosa es sumamente variada, podemos encontrar objetos de todo tipo en ella así como pintores que únicamente tienen cuadros en este museo. Esta gran colección cuenta con una colección de pintura española, que algunos críticos dicen que es la mejor colección de arte español que se encuentra fuera de España. 

Una de las colecciones de arte más importantes que contiene este museo es la de pintura impresionista y postimpresionista. Cuenta con una grandísima colección de pinturas impresionistas donde las más numerosas son las francesas, estas obras fueron compradas o incluso directamente ordenadas a los artistas. Cuenta con la mayoría de paisajes de Monet y Sisley, así como con los retratos femeninos de Renoir, obras de Cezanne y Van Gogh, los paisajes impresionistas exóticos de Gauguin, etc. Su colección de obras impresionistas, a pesar de no contener las obras más famosas, al ser la más numerosa es una de las más importantes del mundo.



Bibliografía.
Historia sobre el Museo, sus edificios y su colección (en inglés): http://www.hermitagemuseum.org/html_En/05/hm5_0.html 

Tate Modern. Londres.

La Tate abrió sus puertas al público en 1897, contaba entonces con un pequeña colección de obras de arte de artistas británicos y solamente contaba con un edificio. Actualmente cuenta con cuatro sedes y con una colección de obras británicas que van desde el año 1500 hasta nuestros días, también cuenta con una gran colección de arte contemporáneo internacional que cuenta con alrededor de 70.000 obras. 

En 1889 Henry Tate, un empresario rico ofrece su colección de obras de arte al estado británico. Se pensó en exponerla en la National Gallery, pero no había espacio para ella. Entonces se conformó un proyecto para construir una nueva galería dedicada a exponer el arte británico, esta galería no solo expondría la colección de Henry, si no que también contaría con otras colecciones.

En 1892 se elige el edificio de la cárcel de Millbank para albergar la National Gallery of British Art, que estaría bajo el mando de la National Gallery. Finalmente en este edificio se derrumba y en 1897 se construye un nuevo edificio que contenía ocho salas con 245 trabajos anteriores a 1790. Desde su construcción el edificio ha tenido siete ampliaciones. En 1917 el museo ya no depende de la National Gallery en su totalidad y en 1932 se adopta el nombre de Tate Gallery. 

En 1992 se decide fundar la Tate Modern, este museo debía servir para exponer el arte contemporáneo internacional y nacional que había en Londres en ese momento. En 1994 se elige la Estación de Bankside Power para albergar el museo. Se encargó a dos arquitectos suizos la tarea de convertir la estación en un museo. Finalmente en Mayo del año 200 se abre el museo, desde esta fecha más de 40 millones de personas lo han visitado.

El museo cuenta con una colección de arte impresionista y postimpresionista internacional y británico. Esta colección sigue generando actualmente pues el museo sigue adquiriendo ya sea por medio de donaciones o de compras obras impresionistas. Cuenta con obras importantes del impresionismo que han sido cedidas por la National Gallery, en ella se expone a los principales pintores impresionistas ingleses.



Bibliografía.
Historia de la Tate y la Tate Modern: http://www.tate.org.uk/about/who-we-are/history-of-tate

Van Gogh Museum. Amsterdam.

Este museo se encuentra en la ciudad de Amsterdam. Es un museo que cuenta con la mayor colección de obras de Van Gogh del mundo, así como con obras de otros artistas del s. XIX. En él se puede contemplar la evolución de la pintura de Van Gogh desde sus inicios hasta su muerte.

En Museo Van Gogh se inauguró en 1973 y tenía como objetivo exponer la obra que la Fundación Van Gogh poseía. En un principio fue un pequeño museo que únicamente contaba con las obras que la familia de Van Gogh, y especialmente su hermano Theo, marchante y coleccionista de arte, había reunido de su hermano. Theo no contaba únicamente con la obra que le enviaba su hermano si no que como era coleccionista también estaba interesada en otros pintores de a época tales como Paul Gauguin, Pissarro, Montecelli, etc. La viuda de Van Gogh supo mantener la colección y evitó venderla, su hijo fue el encargado de fundar la fundación Van Gogh que heredó todos los cuadros de su padre. La colección de cuadros paso íntegramente al museo. La colección actualmente no cuenta solamente con los cuadros iniciales, si no que a lo largo de los años los miembros de la fundación han ido adquiriendo distintas obras del s. XIX, hasta convertirse en un museo de referencia para la obra de dicho siglo. En él además de las grandes obras de Van Gogh se exponen distintos estilos vanguardistas de finales del s. XIX, tales como el realismo, el expresionismo, el simbolismo, etc. 

Es curioso porque este museo es uno de los pocos que no estructura su colección basándose en una cronología o en una zona, estructura la pintura de Van Gogh según su temática, por lo que tenemos la “sala de los paisajes”, la “sala de los autorretratos”, la “sala de los retratos”, etc.

Actualmente el museo cuenta con una exposición, Van Gogh at work, que nos refleja la forma de trabajar el color y las formas de Van Gogh. También nos rompe el mito de la figura de Van Gogh como un genio caótico y presenta a un Van Gogh disciplinado y metódico. En esta exposición se nos muestra la evolución de Van Gogh hasta convertirse en un genio. La exposición cuenta con 200 obras tanto del museo como de otras partes del mundo, así como con manuales de finales del s. XIX sobre pintura para poder llegar a comprender mejor el método artístico del pintor.



Bibliografía.

Museos Impresionistas por el mundo (I).


Musée d´Orsay. París.

(Carlota Álvarez Maylín A1)
Este museo se encuentra situado en pleno centro de París a orillas del río Sena. El museo esta instalado en la antigua estación de tren de Orsay

En 1897 el Estado cede el terreno en el que se encontraba el Palacio de Orsay para construir una estación que se situara en el centro de París. Victor Laloux fue el encargado de diseñar la estación de tren, dos años duró su construcción y el 14 de julio de 1900 se inauguró para la Exposición Universal de París. De 1900 a 1939 el edificio cumplió su función de estación y fue cabeza de la linea suroeste de Francia. En 1939 la estación se quedó pequeña y fue convertida en un centro de expedición de cartas durante la guerra y más tarde actuará como lugar de acogida para los prisioneros durante la Liberacion. También durante esta época fue escenario de peliculas y de actuaciones teatrales. En 1973 la Dirección de Museos de Francia propone la estación de Orsay como museo donde se expongan obras de la segunda mitad del s. XIX. Finalmente en 1978 el edificio es declarado monumento histórico y se plantea la dirección del nuevo Museo de Orsay. En 1986 François Mitterrand inauguró el museo que se abrirá al público el 9 de diciembre de este mismo año.

Su exterior esta marcado por un estilo academico mientras que en el interior impera el modernismo. Cuenta con un gran hall precedido por un vestibulo y un soportal abierto. El grupo ACT-Architecture se encargó de la transformación de la estación en museo, dotaron al museo de tres niveles, una planta baja donde las salas estan a ambos lados del patio central, un nivel intermedio donde se encuentran las terrazas y las salas de exposición y finalmente el piso superior que da a la calle. En estos tres niveles se encuentran las obras expuestas. El interior es obra del arquitecto Gae Aulenti, se encargó de cubrir el piso y los muros de piedra, además las obras de arte están expuestas mediante un juego de volúmenes que visualmente crea más espacios de los existentes.

El Museo recibe unos 3.5 millones de visitantes al año y cada año va en aumento.

Este museo en un principio se nutrió de las donaciones prinvadas, gran parte de las obras impresionistas que posee el museo proceden de este origen (Un entierro en Ornans de Courbet, La Primavera de Millet). En este momento el éxito de los artistas depende de la opinión de los críticos, esto favorece la creación de nuevas escuelas que innoven en el panorama de la época. En el museo se exponían obras que seguían la moda de la época, pero en 1890 un grupo de artistas logra que se exponga la Olympia de Manet, pero el impresionismo no termina de triunfar en el museo, no triunfará hasta 1897 cuando el “legado de Caillebotte”, que contenía cuadros de artistas como Degas, Manet, Cézanne, Monet y Renoir, entre en el museo, es entonces cuando el estado empieza a adquirir cuadros impresionistas y mas vanguardistas para el museo, como Las Chicas al Piano de Renoir o Desayuno en la hierba de Manet.




Bibliografía.


The Metropolitan Museum of Art (MET). Nueva York.

El Museo Metropolitan de Nueva York fue fundado en 1866, consta de tres partes, el Edificio Principal en la 5ª Avenida, los jardines al norte de Manhattan y los claustros. 

La historia del Museo comienza en París cuando un grupo de artistas americanos decide crear una galería de arte americano. El 13 de abril de 1870 el museo Metropolitan abría sus puertas en a 5ª Avenida, poco a poco el museo fue adquiriendo obras de todo tipo y de épocas muy variadas. La gran sorpresa llegó cuando Robert Lee Jenkins donó su colección privada al museo. Desde entonces el museo a base de donaciones privadas o de compras por parte de su fundación ha conseguido acumular 2 millones de obras. El museo acumula obras tales como un templo egipcio o una magnifica colección de arte impresionista. 

En 1899 el museo contaba con obras impresionistas por donaciones privadas pero es en este momento cuando su fundación decide comprar dos trabajos de Édouard Manet. Durante el siglo XIX el museo se convirtió en uno de más valorados centros de arte. En 1907 el museo adquirió una pintura de Auguste Renoir, y en 1910 el MET fue la primera institución pública que adquirió un Matisse.

La colección de pintores impresionistas de este museo esta englobada en la colección de pintores europeos, que engloba desde Giotto hasta Gauguin. Esta colección esta conformada por el Departamento de Pinturas Europeas, la Lehman Collection y la Linsky Collection. Su colección de obras impresionistas únicamente es superada por los museos parisinos, pues cuenta con retratos y obras de Corot, Courbet, Monet, Degas, Cézanne y Van Gogh.





Bibliografía.
Historia del Museo y del impresionismo en el Museo (en inglés): http://www.metmuseum.org/about-the-museum/history-of-the-museum/main-building

Museo Thyssen.

El museo Thyssen Bornemisza fue creado en 1992 en pleno centro de la ciudad de Madrid, en el Paseo del Prado junto a los dos museos más importantes de España, el Museo del Prado y el Museo Reina Sofia. Su historia se remonta a 1988 cuando se funda la Fundación Thyssen-Bornemisza basada en la gestión privada de los fondos públicos. En la actualidad el museo contiene dos colecciones procedentes del legado Thyssen-Bornemisza. 

La Colección Thyssen-Bornemisza era hasta 1993 la colección privada más importante del mundo, esta colección fue formada por el Barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza a lo largo de su vida. En 1993 el estado español adquiere esta colección. Esta colección se expone en el museo permanentemente. La colección se inició en los años 20 centrandose sobre todo en el mundo antiguo, en 1947 la colección ya contaba con 525 cuadros aproximadamente. A partir de los años 60 se formó dentro de la colección otra colección, la Colección de Maestros Modernos, esta colección se centró en un primer momento en el expresionismo alemán, pero poco a poco se abrió la colección a otros movimientos vanguardistas y llegó a hacerse con importantes pinturas impresionistas, postimpresionistas, cubistas, realistas, etc. Toda esta colección se expuso en Villa Favorita, pero conforme la colección iba creciendo el espacio se hizo pequeño, es entonces cuando el barón decide trasladar la colección de Italia a España, instalándola en el Palacio de Villahermosa, donde se pudo exponer la colección completa por primera vez. La adquisición de obras no terminó con la instalación en madrid, Carmen Thyseen- Bornemisza continuó con la tradición familiar creando su propia colección.

La colección Carmen Thyssen-Bornemisza comenzó a exponerse en el año 2004. Las dos colecciones juntas contienen alrededor de mil obras de arte, donde prevalecen las pinturas. Contiene obras muy variadas que ofrecen un recorrido desde el siglo XIII hasta finales del siglo XX y actualidad.
El Museo Thyseen cuenta con una de las colecciones de arte impresionistas más importantes de España. En esta colección podemos ver obras de Van Gogh, Manet, Renoir, Degas, etc.




Bibliografía.
Historia del Museo y de su Colección: http://www.museothyssen.org/thyssen/historia