Bailarina.
"Como entorno a un junco baila, agonizante, con las
canciones de Weber en el oído, que suena plañidera
una flauta; como el lazo de su paso se entrelaza y une,
su cuerpo languidece, se cae al suelo como pajarito.
Los violines gimen. Silvana estira sus miembros
cuando, llena de curiosidad, aparece fría desde el azul.
La felicidad de una nueva vida, que indica el amor puro,
refleja el ojo y el pecho, todo su ser.
Rodeados de satín, sus pies tejen bellos dibujos,
en forma de aguja. Los increíbles saltos de la muchacha
se convierten en un suplicio para los ojos, que apenas
pueden seguirlos.
Una señal tiene que poner fin al bello secreto:
demasiado alto levanta la pierna en sus saltos:
es el salto del sapo en la sonrisa de cítera".
Edgar Degas.
Edgar Degas representó a cientos de bailarinas mediantes diversas técnicas y en variados soportes. Degas intenta expresar mediante el movimiento, la música y la danza de las bailarinas, el ritmo frenético de la ciudad contemporánea. Degas muestra a las bailarinas en ensayos, en actuaciones, en el gimnasio, en definitiva muestra la vida laboral de las bailarinas.
Degas fue el artista que más experimento e innovo con nuevas técnicas, soportes y métodos pictóricos. Siempre sintió esa necesidad de estar a la vanguardia de la experimentación, Degas seguía "a una pasión irrefrenada por el experimento, por lo fuera de lo común o también por el azar planeado".
Carlota Álvarez.
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