A LA SOMBRA DE LOS GRANDES ÁRBOLES NO NACE NADA.
Esta frase, pronunciada por Constantin
Brancusi al negarse a entrar en el taller de Auguste Rodin, parece muy
apropiada a la hora de hablar de Camille Claudel, cuyo reconocimiento como
artista estuvo siempre basado en su relación con dos personajes masculinos muy
importantes: su hermano Paul Claudel, uno
de los mejores escritores en lengua francesa de su tiempo, y el propio Rodin,
su maestro y amante.
Camille Claudel nació en 1864 en una
familia pequeñoburguesa que pudo permitirle satisfacer su pasión por la
escultura, trasladándose a París para que pudiese entrar en la Academie
Colarossi, una de las pocas que admitían a mujeres. De esta etapa de su vida
destacan los bustos que realiza de personas anónimas, con rasgos muy realistas,
y los bustos que realiza de familiares, destacando el de su hermano, caracterizado
como un joven romano. Lo más destacable de estas representaciones es la fuerza
y la expresión.
Sakountala |
En
1882 conoce a Rodin, casado, promiscuo y veinticuatro años mayor que ella. Este
encuentro será decisivo en la vida de ambos artistas que comienzan una relación
tan apasionada como atormentada, terminándola diez años más tarde.
El
periodo que pasa trabajando en el taller de Rodin es un periodo de formación y
creación, donde destaca la representación del cuerpo y la expresión de los
rostros. De estos momentos destaca el busto de Rodin, que se convertiría en la
imagen del escultor, y Sakountala, su
primera gran obra, inspirada en la mitología india, donde destaca la composición.
La relación con su maestro puede verse
en el desarrollo de algunas obras de Claudel, sobre todo en L’âge mûr (o La destinée), donde
representa a un hombre adulto siendo atraído por una mujer mayor, mientras que
una joven arrodillada intenta retenerle. Su hermano Paul Claudel escribió de
esta obra:
“¡No,
que esa muchacha desnuda es mi hermana! Mi hermana Camille. Implorante,
humillada, arrodillada, esa soberbia, esa orgullosa, así es como se ha
representado a sí misma. ¡Implorante, humillada, arrodillada y desnuda!”
Esto hace
que se piense que es una representación de Rodin abandonando a Claudel por su
amante, Rose Beuret, con quien se
casó en 1917.
L'âge mur o La destinèe |
La
causa de la ruptura de esta relación, aparte de los motivos sentimentales, fue
su fuerte personalidad, que no aceptó quedar bajo la sombra de Rodin. En su
tiempo incluso la acusaron de plagiarle, aunque obras como Perseo y la Gorgona, de estilo clásico, completamente diferente al
de este, demuestran que ella tenía su estilo propio.
A partir de 1893, cuando abandona a
Rodin, empieza a tener dificultades para conseguir fondos, aunque las ayudas
encubiertas de este y de otros admiradores le permitieron seguir trabajando.
Sello francés con la imagen de La Valse |
Este
periodo es un periodo de gran creatividad, con escenas de humor y obras de
pequeño tamaño. Destaca su obra La Valse
y sus variaciones, con diferencias ínfimas que modifican su percepción o
interpretación ligeramente. Esto, unido a los distintos materiales que utiliza
en cada versión, que se puede comparar con las variaciones sobre la Catedral de
Rouen que realiza Monet, muestra las investigaciones que realizaba para
perfeccionar su obra.
Una
de las mayores preocupaciones de Claudel era el destino, la determinación de
futuro. Esto se ve en los retratos de niños, con rasgos aún sin definir, que
muestran un destino desconocido, con todas las posibilidades de la vida futura
A principios del siglo XX deja de
crear y esculpir debido a su demencia progresiva y a su situación de
aislamiento del mundo. En este estado destruyó muchas de sus obras durante un
ataque de locura.
Finalmente
en 1913, tras la muerte de su padre, su familia la interna en un asilo. Durante el avance nazi en Francia los internos de este asilo fueron trasladados a otro, en Vaucluse, donde
30 años después fallecería. Se consideraba que tenía manía persecutoria y
delirios de grandeza.
En definitiva, se puede considerar a
Claudel como una artista rodiniana por los aspectos impresionistas de algunas
de sus obras, pero se separa de su maestro y mantiene un vínculo con la antigüedad
clásica, buscando la composición, la policromía y la artesanía.
Para concluir solo queda señalar el
contexto en el que Claudel desarrolla su producción artística, en un momento en
el que se pensaba que las verdaderas mujeres no sentían necesidad real de
liberarse, y las mujeres que comenzaban a realizar actividades propias de los
hombres se virilizaban. La escultura y la pintura eran actividades de hombres,
y las mujeres luchaban para ser consideradas artistas al igual que los ellos.
Claudel
solo fue tomada como la discípula de Rodin, y jamás se consideró su valor como
creadora independiente.
Tristemente
la importancia que años más tarde se le dio estuvo más relacionada con los
tópicos del desamor destructor, la automarginación de la sociedad y el vínculo
entre la creación y la locura que con su talento como escultora, aunque al conocer más de ella es imposible no tener en cuenta estos aspectos.
Este mes se cumplen 70 años de su
muerte, y el Musèe Rodin ha realizado una exposición con 22 obras de la
colección del museo y donadas de la colección de su hermano Paul Claudel para
homenajear a esta artista.
Para más
información sobre la exposición:
Carmen Grijalba Peña.
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